Cuevamur

La cueva de cuevamur o covamur como la llaman por la zona, tiene su entrada en plena pared del eco, corte vertical del Monte Pando, del municipio de Ramales de la Victoria (Cantabria).
Su desarrollo es de 2.300 metros y un desnivel de -60 metros.
La localización de la boca es fácil; partiendo de Ramales en dirección a Lanestosa, a unos 3 km encontraremos un cartel de la cueva de Covalanas (cueva turística con arte rupestre), aquí empieza una pista donde podemos dejar los coches, de esta misma pista parte un sendero bien marcado que se dirige hacia la cueva, el sitio es bastante frecuentado debido a que la pared del eco y la del haza son una escuela de escalada muy conocida.


Debido a las grandes cavidades de la zona, Covamur siempre paso desapercibida para muchos por ser de menor desarrollo, pero esta cavidad es sin duda una de las mas bellas de la región, con su gran sala y algunas zonas llenas de formaciones excéntricas, dándonos en algunos puntos la sensación de encontrarnos dentro de una geoda, además su recorrido circular evita dar marcha atrás y desandar el camino, solo pasaremos dos veces por el mismo sitio, la galería de entrada.

Una vez estemos dentro de la gran boca de entrada, ascenderemos hasta encontrar en su parte alta una pequeña galería y un laminador por donde entraremos arrastrando, pasado este pequeño tramo las dimensiones aumentan y tras unos pasamanos es necesario montar un rapel de unos 40 metros por una pronunciada rampa para llegar al fondo de la gran sala, cruzamos esta hasta el otro extremo y subimos por una gran colada con escalones tallados hasta su final.
A partir de aquí seguiremos el camino por galerías y salas con espectaculares formaciones, hasta llegar a un pequeño paso estrecho "el paso de los retales" este se pasa boca arriba con la espalda pegada al suelo y "al loro por que es estrecho", claro esta que esto depende de la envergadura de cada cual, yo mismo una vez me quede trabado por llevar un paquete de tabaco en un bolsillo en el pecho, la única solución fue arrancarlo, pero he visto a gente grande pasarlas canutas.
Al otro lado de la estrechez seguimos el camino mas evidente por cómodas galerías hasta llegar al punto donde montamos la cuerda para bajar a la gran sala.

En fin, una cueva de lo mas bonito con un poco de todo, para recorrer tranquilamente y que no dejara indiferente a nadie.








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