El vestíbulo de la cueva Fresca ya fue habitado por el hombre en la Edad de Hierro y en la época medieval, hechos contrastados al hallarse cerámicas, un hacha de hierro, restos de un gran hogar y algunas muestras de arte esquemático / abstracto.
Para llegar a ella hay que aparcar los vehículos en el aparcamiento existente en el PK. 7 de la carretera de Arredondo al puerto de los Collados del Asón.
La cueva destaca especialmente por su extraordinario tamaño y el gigantismo de buena parte de sus galerías.