Era el verano de 1936. Dos valientes cordadas, decidieron enfrentarse al "último problema" alpino por resolver, la pared Norte del Eiger.
El verano anterior, ya había "fracasado" otra cordada: fueron dos jóvenes alemanes que perecieron congelados a más de tres mil metros, en lo que luego se llamo el "Vivac de la Muerte".
Motivado por aquel trágico suceso, las autoridades suizas llegaron incluso a prohibir la escalada a dicha pared, lo cual produjo un gran revuelo en el mundillo alpino.
Pero al año siguiente, a mediados de julio, una cordada de alemanes formada por Toni Kurz y Andreas Hinterstoisser se propuso ser los primeros en llegar a la cima por esta terrible pared. A ellos se les unió otra cordada, esta de austriacos formada por Edie Rainer y Willy Angerer, y todos juntos emprendieron el ataque.
Esta es la dramatica historia de su escalada: